Soy uno de tantos tintinófilos que hay alrededor del mundo y que desde hace ya más de noventa años venimos disfrutando de las historietas creadas por Hergé. Así que cuando vi que Fórcola editaba un libro de Eduardo Martínez de Pisón titulado “Geografías y paisajes de Tintín” dedicado a los viajes de Tintín por el mundo y a los lugares reales o no que aparecen en sus álbumes, mis dientes llegaron al suelo. Un libro dedicado a los viajes de uno de mis personajes favoritos y encima escrito por un grande como Martinez de Pisón, ¡caray!
Como siempre os pego el texto de la editorial para que echéis un vistazo, pero tiene una pinta estupenda.
Eduardo Martínez de Pisón, entusiasta verniano, se declara un verdadero tintinófilo en este nuevo e iluminador ensayo. El planeta Tintín creado por Hergé es un mundo dibujado e imaginario pero con fundamento real que, aunque pertenece, en lo físico, lo político, lo social y lo cultural, al momento en que fue dibujado –una visión del mundo ciertamente eurocéntrica, pero inserta en la tradición de los libros de viajes–, a la vez que es ya historia trasciende, junto a sus personajes, lugares, situaciones y aventuras, todo tiempo y se convierte en un arquetipo digno de estudio. Más allá del placer que nos proporcionan como obra artística, en la sencilla genialidad de los argumentos y sus imágenes, los viajes y los paisajes de Tintín conforman una «imago mundi» que en cada dibujo atesora una geografía, real o inventada, en lugares ubicables en un mapa más o menos identificable. Los paisajes que aparecen en los álbumes ideados por Hergé tienen mucho que ver con tal ciencia –su fuente de inspiración, como guionista y como dibujante–, y responden con ello a esa corriente cultural de voluntad descriptiva y enciclopédica sobre la diversidad planetaria.