Por fin Gatopardo Ediciones ha editado la segunda parte de «Cantos de sirena» el excelente libro de la escritora australiana Charmian Clift donde narra las vivencias de ella y su familia en la isla de Hydra, lugar al que se mudaron tras un año de vivir en la vecina isla de Kálimnos.
En Hydra se llegó a constituir una comunidad de artistas, escritores y viajeros que buscaban su paraíso particular en el Mediterráneo. Sin duda, un libro que se convertirá en una de las lecturas veraniegas más interesantes.
El fascinante retrato de una comunidad de artistas, soñadores y bohemios que convirtieron la isla de Hidra en el campo de pruebas de una vida más libre y sencilla.
Al comprar una casa en la isla de Hidra, la escritora Charmian Clift cumplió un sueño largamente acariciado: echar raíces en un puertecito de aguas cristalinas, luz cegadora y costumbres sencillas, lo más parecido a un paraíso en miniatura. Allí, Clift y su marido pronto ocuparon el centro de una comunidad de artistas y bohemios, soñadores y vagabundos que buscaban en Grecia una vida barata y sin ataduras, consagrada a la creación o a la vagancia. Entre ellos destacaría un todavía desconocido Leonard Cohen, al que el matrimonio acogió e inspiró con su ejemplo. Pero, como todo paraíso terrenal, el de Clift tenía un precio. Los días se le iban en poner coto al caos doméstico y en cuidar de sus tres hijos, los ingresos que generaban los derechos de autor eran exiguos, y las tabernas y el alcohol eran una distracción constante. Después de los pobres creativos llega-ron los ricos y sus yates, y un buen día una legión de norteamericanos desembarcó en Hidra para rodar una película de Hollywood. Aquel rincón idílico se había convertido en una isla chic.
Los buscadores de loto es la crónica apasionante del nacimiento y la disolución de una utopía, de una época efervescente en la que Hidra fue un laboratorio social y artístico en el que experimentar con formas de vida distintas, antes de que el turismo y la modernidad más ramplona interrumpieran un sueño que parecía eterno.