El Paso del Noroeste fue durante muchos años la obsesión de diferentes países que enviaron una y otra vez expediciones en su búsqueda. Era algo muy importante puesto que creían, erróneamente, que la nación que encontrara la ruta para ir desde el Océano Atlántico al Pacífico sin tener que bordear Sudamérica por el Cabo de Hornos conseguiría una gran ventaja sobre sus competidores.
Con esos antecedentes cuando en 2007 Javier Reverte se enteró de que los hielos del Gran Norte se habían abierto por primera vez en mucho tiempo y que un barco iba a realizar la ruta del paso del noroeste no es de extrañar que reservara plaza para el año siguiente, aunque fuera un “viaje organizado”.
En busca del Paso del Noroeste
El libro y el viaje empieza en Otawa (Canadá) justo un mes antes de que se embarque en el barco oceanográfico ruso Akademik Ioffe rumbo al Mar de Bering. Como nos tiene acostumbrados a sus lectores asiduos, Reverte combina sus vivencias personales con la historia de aquellos lugares y por supuesto de las diferentes expediciones que a lo largo de los años intentaron encontrar la ruta del Paso del Noroeste.
Así nos relata las penurias que pasaron las expediciones que en diferentes momentos intentaron encontrar el paso, la más famosa la doble expedición de John Franklin, con final dramático (canibalismo, expediciones de rescate fallidas, etc). Además de Franklin allí están también Hudson y su también triste final (abandonado a su suerte en un bote tras un motín), Frobisher, Davis, Parry, Ross, etc. Por supuesto nos cuenta la gran aventura de Roald Amundsen que en 1906 a bordo del velero Gjøa fue el primero en encontrar la ruta del Paso del Noroeste.
Se da el caso, cosa que no ocurre en ningún otro libro de Javier, que el viaje en barco está totalmente organizado. En esta ocasión Javier no tiene que preocuparse mucho de buscar el camino, el transporte, etc. todo lo tiene hecho. Así que el autor lo toma con deportividad y emplea el tiempo en el barco en leer, aprovechando la gran biblioteca del barco, y pegar hebra con otros compañeros de viaje como Hiroshi y Pierfranco (y sus conversaciones surrealistas) o el viejo Ken, un tipo singular. Al final del libro ya le has cogido cariño a todos y tienes ganas de estar en la mesa con ellos cantando a grito pelado el Gaudeamus igitur.
Entre expedición y expedición, Javier también nos cuenta la terrible colonización que sufrieron los Inuit. Un pueblo resentido con los occidentales que todavía no ha podido perdonar el sufrimiento que tuvieron que pasar en el pasado. Actualmente las naciones que les pasaron por encima tratan de lavar sus culpas dándoles cupos de pesca, casinos, exenciones de impuestos… para algunos es demasiado tarde y solo les queda el alcoholismo.
El viaje lo finaliza en Yellowknife, un sitio en el que nunca he estado y en el que probablemente nunca estaré, pero al que quién sabe porque le tengo un cariño especial, será que guardo el recuerdo de algún documental que me gustó o que me hizo gracia el nombre, no se… el caso es que a Javier le ocurre algo similar, aunque él con conocimiento de causa puesto que allí disfrutó del ambiente de la ciudad y pasó un periodo agradable del que guarda un buen recuerdo: “Mientras volaba tres días más tarde rumbo a Edmonton, pensaba que Yellowknife me había calentado el alma. ¿Por qué razón una ciudad, aun siendo fea, puede enamorarte y otras, siendo hermosas, te dejan indiferente?.
Durante la lectura se agradecen enormemente los mapas que acompañan a cada capítulo y ayudan mucho a saber por dónde pasó cada expedición y a comprender muy bien lo complejo de la búsqueda del paso en ese laberinto de islas, estrechos y penínsulas que es el norte de Canadá.
Es un libro diferente de Javier puesto que en este caso, no hay tanta aventura vivida en primera persona debido a lo organizado del viaje, como ocurre en otros de sus libros por ejemplo en sus periplos africanos. Las aventuras y de las buenas, las vivieron en su época los distintos exploradores que trataron de encontrar el Paso del Noroeste y él nos la cuenta con su pluma mágica para que disfrutemos de un plácida lectura recorriendo el Gran Norte.
PD. Para combatir el escorbuto, hígado de foca crudo. De nada.
“En mares salvajes. Un viaje al ártico” – Javier Reverte
Plaza & Janés
Año 2011 – 448 páginas
ISBN: 9788401347542