En octubre se publica un nuevo libro de uno de mis autores favoritos, Javier Reverte. No he encontrado mucha información al respecto, pero por el título y la pequeña descripción que ha facilitado la editorial Plaza & Janés, entiendo que en esta ocasión Javier nos va a narrar sus paseos, impresiones y conversaciones sobre Roma, la Ciudad Eterna.
Siempre que sale un libro de viajes de Javier Reverte lo leo sí o sí, básicamente porque me encantan, pero en esta ocasión mi inquietud será máxima hasta que salga porque además trata sobre una de mis ciudades favoritas, Roma.
“Utilizando la forma de diario, como hicieron Goethe o Stendhal y muchos otros escritores que han visitado y escrito sobre Roma, Javier Reverte nos ofrece en estas páginas su visión de «la ciudad de las ciudades». En su estilo inimitable, mezclando pasión, cultura, historia, poesía, humor y ternura, el escritor traza un retrato de la Ciudad Eterna que, sin duda, figurará a partir de ahora entre los grandes libros escritos sobre ella. «Cierro los ojos: intento imaginar una noche festiva en este Coliseo, con las hogueras ardiendo junto a los templos y los cantos que celebran a los dioses. O los días luminosos en que los emperadores regresan de las batallas triunfales y desfilan con sus legiones bajo los arcos, entre el clamor del pueblo. Antes del nacimiento de Nueva York, el ser humano no había emprendido una tarea urbana tan colosal y ambiciosa como fue la construcción de Roma. Y ahí quedan sus rastros.» Javier Reverte“
Todo apunta a que el nuevo libro de Javier Reverte será devorado en unos pocos días.
Pues….El libro está bien en general. Buenas descripciones del ambiente. Un libro interesante. Pero: ¿es necesario que Javier Reverte nos recuerde en casi todas las páginas que no es creyente? Me importa bastante poco el tema de sus creencias y sus inclinaciones políticas. Además, comentarios como que el Papa Francisco en su misa de la Plaza de San Pedro parecía un pobre hombre asustado y manejado por los poderes fácticos vaticanos, o que los religiosos en Roma van de “sobrados”, cuando en España van escondiéndose por las esquinas, seguramente por su comportamiento durante la Dictadura, o por el tema de los abusos….Me parece echarle mucha imaginación, y poca objetividad. Por descontado, puede escribir lo que quiera, sólo faltaba, pero para mí estropea lo que podría haber sido un buen libro de viajes