A veces vas al montón de libros de oferta y te dan ganas de sacar una cerilla y como hacía Pepe Carvalho, meterle fuego a toda la porquería que hay allí (aunque Carvalho quemaba los buenos). Que si libros de dietas, de famosos raros, adivinos y tarot… sin embargo en otras ocasiones sin saber muy bien que ha pasado, si es que alguien se ha equivocado y ha puesto ahí un libro interesante por error, encuentras un libro que tiene buena pinta. Lo primero que haces lógicamente es cogerlo rápidamente y salir disparado a la caja antes de que se den cuenta de que la han cagado (ya se sabe Santa Rita, Rita…). Pues más o menos eso me ocurrió con el libro “Objetivo: la Luna” de Dan Perry, lo encontré en uno de esos montones.
El libro narra uno de los viajes más increíbles que ha hecho el ser humano, el primer viaje a la luna que hicieron en 1969 Armstrong, Aldrin y Collins. La forma en que está escrito, intercalando capítulos con la historia de la carrera espacial norteamericana con los capítulos del propio viaje de los tres astronautas, hace que la lectura sea muy amena.
Por supuesto que en el libro se detallan todas las operaciones previas al intento de viaje a la luna, las misiones Saturn y Apolo, los pilotos y astronautas que desempeñaron su labor en esas misiones, donde alguno se dejó la vida como Edward White y Roger Chaffee que murieron en la misión Apolo 1, cómo la Unión Sovietica llevaba la delantera en la carrera espacial y los Estados Unidos hicieron un gran esfuerzo económico y humano por conseguir llegar primero a la luna, una historia apasionante.
Apasionante también es la historia de los astronautas que viajaron en el Apolo 11 y de su viaje. En palabras del propio autor: el Apolo 11 “Era la nave espacial tripulada más frágil jamás construida”, y en esa cáscara de nuez tres hombres recorrieron los 384,403 km que separan el planeta Tierra de la luna, sin saber si volverían.
Muchos aspectos me llamaron la atención, por ejemplo la pericia de Armstrong al pilotar el Eagle (la capsula de alunizaje) de forma manual ya que el ordenador erró el lugar de alunizaje, el importante papel de Collins que, si bien no pisó la luna, fue el encargado de devolver sanos y salvos a todos a la Tierra.
Por último en el libro también se narra todo el revuelo que se generó en el mundo alrededor de la misión Apolo 11. Las vivencias de las familias de los astronautas en la Tierra mientras estos estaban realizando su misión, lo mal que lo pasaron las esposas soportando la presión de tener a sus maridos en el espacio exterior y al mismo tiempo aguantar a los periodistas a las puertas de sus casas. La esposa de Buzz Aldrin escribió en su diario “Desearía que fuera un conductor de camión, un carpintero, un científico; lo que fuera menos lo que es. Quiero que haga lo que quiere, pero no quiero que lo haga” y al hijo de seis años de Collins le preguntaron si su padre iba a pasar a la Historia respondió: “Sí ¿Qué es Historia?”.
Más que las palabras que dijo Armstrong al pisar la Luna (a saber el tiempo que llevaría el pobre hombre pensando…) me quedo con el diálogo que mantuvo con Aldrin poco después:
Aldrin: Hermoso… hermoso…
Armstrong: La vista de una magnífica desolación.
Aldrin: Magnífica definición.
Un libro que constituyó una sorpresa para mí en todos sus aspectos, lo que cuenta, como lo cuenta y porque fue uno de los pocos que he encontrado en el montón de ofertas que mereció la pena.
“Objetivo: la Luna” – Dan Parry
Planeta
Año 2009 – 416 páginas
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