El poeta galés Dylan Thomas vivió rápido y murió joven, al estilo de las grandes estrellas del rock, sin embargo lo suyo no era la música, eran las palabras. Su figura se ha ido engrandeciendo desde su muerte en 1953.
Editado por La Línea del Horizonte, en Himnos al sol en la oscuridad el autor argentino Juan Pablo Bertazza recorre lugares fundamentales en la vida del autor galés, desde Nueva York donde terminó sus días hasta los lugares del sur de Gales donde vio la luz por primera vez.
Como es habitual, os dejo más información:
El mito de escritor maldito que circunda a Dylan Thomas no ha dejado de crecer desde su muerte en 1953. El autoproclamado Rimbaud de Cwmdonkin Drive, aseveración reafirmada por el Premio Nobel de Literatura Seamus Heaney debido a su condición de enfant terrible y a la opacidad de su escritura, nos legó obras trascendentales que ocupan un lugar privilegiado en el canon occidental.
Juan Pablo Bertazza sigue el rastro de Dylan Thomas y nos muestra aspectos fundamentales, como el origen de su nombre y los primeros estímulos que lo motivaron a escribir, sin olvidar las polémicas circunstancias de su muerte en Nueva York y el impacto que esta tuvo en su Swansea natal. El autor no se centra solamente en el mito, ya que, desde una perspectiva cercana y personal, recorre los espacios vitales que alimentaron el trabajo creativo del escritor galés. Es sabido que Dylan Thomas prefería escribir bajo el cielo gris inglés, como se lo hizo saber a Lawrence Durrell, asegurándole que «los más altos himnos al sol se escriben en la oscuridad». Sin embargo, en este libro, Bertazza realiza un ejercicio de iluminación, y aporta claridad sobre aspectos oscuros de la vida del poeta.